Una casa de madera unifamiliar que se asoma a las marismas a través de los grandes ventanales. Diseñada con un estilo tradicional mediante el uso de tarima de madera tratada como revestimiento exterior y una cubierta de tejas a dos aguas, la cual se retranquea en su cumbrera para permitir la entrada de luz cenital en el interior de la vivienda, además de otorgar una sensación de amplitud gracias a la altura de los techos.

• Proyecto a medida construido in situ de 96 m2 sobre forjado de vivienda existente. 

• Estructura de madera laminada de entramado ligero tratada.

• Aislamiento térmico de lana de roca y cámara de aire ventilada en paredes, y cubierta plana.

• Revestimiento exterior de duelas de madera tratada machiembrada y revestimiento interior en tarima de pino pintada en blanco combinado con el barniz nogal de la estructura de vigas de madera de techo.

• Cubierta a dos aguas, formada por panel sándwich de 9 cm de aislamiento de poliestireno expandido y acabado en teja cerámica.

• Superficie: 96 m2

  El proyecto tenía como objetivo destacar frente a la obra sobre la que se construyó, mediante el uso de materiales y estilo opuestos a lo existente. Una distribución sencilla en la que se sitúa la cocina y el salón comedor en un único espacio abierto, y un dormitorio individual, un dormitorio doble y baño común todo distribuido en una misma zona de la vivienda.